Después de 25 años en TD SYNNEX, Helio Guimarães, Vicepresidente y Gerente General de la región MCA, ha construido una reputación gracias a su liderazgo y compromiso con la comunidad. Con base en la oficina en Miramar, Helio siempre ha creído firmemente que el voluntariado va más allá de las contribuciones financieras: Se trata de tomar acciones. Esta convicción lo llevó recientemente a emprender un viaje transformador a Malawi, donde se unió a un grupo de 35 voluntarios para trabajar en la Escuela Ubuntu Nation, un proyecto cerca de un campo de refugiados que alberga a unas 50,000 personas, incluidos 20,000 niños.
El viaje de Helio a Malawi comenzó gracias a un encuentro fortuito en las redes sociales. Un amigo, que también estaba realizando labores de voluntariado en África, compartió los detalles de una iniciativa organizada por Fraternidad Sin Fronteras, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar a comunidades desfavorecidas. Inspirado, Helio decidió unirse al viaje de 2024 llevando a su hijo con él en lo que sería una experiencia inolvidable. “Cuando hablé con mi familia sobre la idea, mi hijo mayor me dijo: “Si tú vas, yo voy contigo”, así que me emocioné aún más y decidimos ir juntos”, recuerda Helio. “Creo que cuando participamos en algo así, nos acercamos más a las personas que colaboran con nosotros. Para mí, fue un momento muy, muy importante al estar con mi hijo”.
La preparación para el viaje tomó seis meses, incluyendo vacunaciones y un proceso de concientización y preparación mental para las diferencias culturales y las condiciones desafiantes. Una vez en Malawi, el equipo trabajó incansablemente para apoyar la Escuela Ubuntu Nation, la cual solo puede atender a una fracción de los niños en el campo de refugiados debido a recursos limitados. Helio y su hijo se sumergieron en diversas tareas, desde ayudar en las aulas hasta conectar con las familias. Este trabajo fue emotivo y revelador, exponiéndolos a las duras realidades de la vida en el campamento, pero también a la fortaleza y resiliencia de la comunidad local.
Una de las lecciones más profundas que Helio obtuvo de la experiencia fue el espíritu colectivo de las personas que conoció. A pesar de enfrentar desafíos significativos, la comunidad mostró un sentido inquebrantable de unidad y gratitud. “No importa cuán difícil sea la situación para todos, lo que me impresionó es lo unidos que están, cómo piensan colectivamente antes de pensar individualmente”, dice Helio. “Cuando empezamos a observar problemas completamente diferentes a los que tenemos hoy, comenzamos a valorar mucho más las cosas”.
El viaje no solo fortaleció la conexión de Helio con su hijo, sino que también enriqueció su perspectiva como líder. “Nuestra vida es mucho más compleja que solo nuestro trabajo y nuestra familia. Nos complementamos cuando nos involucramos con otras personas, diferentes causas, y aprendemos un poco más sobre el mundo”, explica. “Creo que el voluntariado nos ayuda a desarrollar este lado humano, y cuando trabajamos, trabajamos con personas, y tratar con personas demanda mucho de este lado humano para entender cómo y qué sienten”.
Desde su regreso, Helio ha continuado promoviendo iniciativas que combinan el crecimiento personal con el impacto comunitario, incluida una donación de dispositivos por parte de TD SYNNEX Brasil a la Escuela Ubuntu Nation para introducir la alfabetización digital a estudiantes y maestros. “Todo lo que existe en la escuela allá se hace gracias a voluntarios. Yo y algunas otras personas del área de TI comenzamos a discutir cómo podríamos apoyar y llevar un poco más de este conocimiento digital a la escuela. Así fue como tuve la oportunidad de donar laptops”, comenta.
Para Helio, el voluntariado es más que un acto de servicio: es un viaje de descubrimiento. “Creo que es una lección de humanidad. Eso fue lo que esta experiencia significó para mí: humanidad”, dice Helio. Que la historia de Helio sirva como un recordatorio profundo de que cada acto de humanidad tiene el poder de transformar vidas y dejar una huella duradera.
